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  • lunes, 22 de junio de 2009

    PASOS NECESARIOS EN LA RESTAURACION

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    (Pasos necesarios en la restauración)

    Si realmente quieres ser libre y restaurar tu vida debes superar los siguientes pasos en diferentes áreas de tu vida. Parece tortuoso y difícil pero con la dirección del Espíritu Santo podrás lograrlo de acuerdo a tu perseverancia, obediencia y tiempo necesario para tu caso personal.

    El Señor prometió esta transformación en el siguiente versículo:

    "Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros.

    Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne"(Ezequiel 36:26).

    Este versículo expresa la promesa de Dios para cambiarte internamente. Pero este cambio es paulatino porque debes, en el proceso, superar los siguientes pasos en cada área que el Señor irá transformando:

    Tener decisión firme para obedecer y vencer

    Lo primero es querer cambiar. Debes estar decidido a ser restaurado confiando en Dios.

    Recordando que Dios no obliga a nada, El espera la decisión y obediencia de tu parte. El que no quiere ser restaurado no lo será.

    " Al de firme propósito guardarás en perfecta paz; porque en ti confía"

    (Isaías 26:3). "Firme está mi corazón, oh Dios, mi corazón está firme, ¡cantaré y entonaré salmos!" (Salmo 57:7).

    Confianza absoluta en Dios

    Debes despojarte de la desconfianza en Dios y de su imagen inadecuada. Los siguientes versículos muestran la falta de confianza en Dios y sus consecuencias:

    " Clamo a ti, y no me respondes; me pongo en pie y no me prestas atención"

    (Job 30:20). "A Dios, mi roca, diré: ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo?" (Salmo 42:9).

    Debes derribar los sentimientos de desconfianza para no tener obstáculos en el temor al castigo por los sentimientos de culpa y sentimientos adversos (ira, odio etc.) a causa del dolor emocional y pensamientos destructivos. La confianza absoluta en Dios y en su palabra es la base para crecer espiritualmente, como se expresa en el siguiente versículo:

    "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas" ( Proverbios 3:5,6).

    Honestidad ante Dios para debilitar los mecanismos de defensa

    Es necesario que liberes en oración a solas con Dios todo el dolor, siendo totalmente honestos porque El Señor todo lo sabe. Mediante la honestidad serás capaz de derribar tus propias mentiras o mecanismos de defensa, paso esencial para dejar que la verdad de Dios sea internalizada en tu vida. Para esto es necesario que recuerdes que de todos modos Dios todo lo conoce, aún las cosas que no te atreves a decirle. Él lo sabe todo, pero ser honesto ante El tiene el efecto de liberarte de las emociones negativas y destructivas.

    "¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?" Declara el Señor" (Jeremías 23:24).

    Veamos, en el capítulo 20, como libera su dolor y tensión el profeta Jeremías, con honestidad de sentimientos y emociones, ante Dios.

    "Maldito el día en que nací, el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito.

    Maldito el hombre que dio la noticia a mi padre diciendo: ¡Te ha nacido hijo varón!, Haciéndolo muy feliz. Sea ese hombre como las ciudades que el Señor destruyó sin piedad. Oiga gritos de mañana y alaridos al mediodía..." (Jeremías 20: 14-16).

    Dios nos invita a echar nuestra ansiedad sobre Él para no tener cargas:

    "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros" (I Pedro 5:6).

    Ser honestos ante Dios libera la tensión interna; callar produce tensión y conflictos internos, así como enfermedades psicosomáticas:

    "Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día" (Salmo 32:3).

    Aceptar la voluntad de Dios (Señorío)

    Tendrás con el tiempo que aceptar su voluntad por hechos dolorosos por causa de accidentes, desastres naturales, muertes, etc., recordar que El no nos mintió.

    "Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación, pero confiad; yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).

    Restaurar la comunión con Dios

    Debes confesar tu propia iniquidad a Dios y arrepentirte, pedir perdón a Dios por culparlo del dolor y abandono por el dolor sufrido.

    "Confieso, pues mi iniquidad; afligido estoy a causa de mi pecado" (Salmo 38:18).

    Destruir la resistencia y formas de evadir el dolor

    Debes enfrentar la propia responsabilidad y consecuencias a causa del dolor emocional y no culpar a otros ni evadir con las propias mentiras (mecanismos de defensa), como lo hicieron Adán y Eva al desobedecer al Señor:

    "Y el hombre respondió: la mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol y yo comí. Entonces el Señor Dios dijo a la mujer ¿ Qué es esto que has hecho? Y la mujer respondió: La serpiente me engañó, y yo comí"

    (Génesis 3: 12,13).

    Los mecanismos de defensa se destruyen al aceptar la realidad y responsabilidad de los hechos:

    "Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos, de manera que eres justo cuando hablas, y sin reproche cuando juzgas" (Salmo 51:4).

    Aceptar el perdón de Dios y asumirlo

    "Nosotros hemos transgredido y nos hemos rebelado, tú nos has perdonado"

    (Lamentaciones 3:42).

    "Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto" (Salmo 32:1).

    "Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados" (Isaías 43:25).

    "Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis transgresiones al Señor y tu perdonaste la culpa de mi pecado"(Salmo 32:5). Perdonarte

    Porque Dios ha perdonado, por tanto debes asumir los privilegios de ser hijo de Dios.

    "Señor, si tu tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿Quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido" (Salmo 130:3,4).

    "Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado" (Colosenses 1:13).

    "Así dice tu Señor, el Señor tu Dios, que contiende por su pueblo: He aquí, he

    quitado de tu mano la copa del vértigo, el cáliz de mi furor, nunca más lo beberás" (Isaías 51:22).

    Perdonar al prójimo

    Así como Dios te ha perdonado, tendrás entonces la capacidad de perdonar a otros:

    "Soportandoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro, como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros"(Colosenses 3:13).

    Despojarte de los viejos argumentos

    Tendrás que quitar la maleza y escombros en tus pensamientos que son el motor de tus acciones y emociones y renunciar a los viejos argumentos y hábitos destructivos. Debe

    Despojarse de los viejos argumentos y renunciar a ellos porque no se puede sembrar entre espinos ni construir sobre escombros.

    "Otra vez cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron y no dio fruto" (Marcos 4:7). "Otros son aquellos en los que sembró la semilla entre los espinos, estos son los que han oído la palabra, pero las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril" (Marcos 4: 18, 19).

    " Porque así dice el Señor a los hombres de Judá y de Jerusalén":

    Romped el barbecho, y no sembréis entre espinos" (Jeremías 4:3).

    Sembrar en tierra limpia nuevos argumentos basados en la palabra de Dios

    Debes sembrar en el área limpia de la mente y del corazón una palabra de poder, de acuerdo a la necesidad. Se debe dejar que el Espíritu Santo guíe, mientras poda cada área de los recuerdos dolorosos. Ciprés y mirto representan tus nuevos argumentos nacidos de la Palabra de Dios

    "En lugar del espino crecerá el ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá el mirto, y esto será para gloria del Señor, para señal eterna que nunca será borrada" (Isaías 55:13).

    Resolución

    Debes restaurar la vida presente según la voluntad de Dios forjando nuevos planes y metas de acuerdo a la visión que Dios te ha dado y según tus posibilidades y talentos. Dios te dará metas reales y alcanzables. Debes tener presente que la vida cambia por tanto debes ser flexible para iniciar nuevos planes aunque ya no sean los que anhelabas en tu pasado. Dios siempre té dará cosas mejores de las que esperas. Él nos dice en su palabra:

    "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos" (Isaías 55:9).

    PARA RECORDAR:

    "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros -declara el Señor: Planes de bienestar y no de calamidad para daros un futuro y una esperanza" (Jeremías 29: 11).

    ESCRIBE UNA ENSEÑANZA IMPORTANTE DE ESTA CHARLA PARA APLICACIÓN EN TU VIDA:

    ORACION:

    " A ti, oh Señor, elevo mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos. Ciertamente, ninguno de los que esperan en ti será avergonzado; sean avergonzados los que sin causa se rebelan. Señor, muéstrame tus caminos, y enséñame tus sendas. Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día. Acuérdate, oh Señor de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia por tu bondad oh, Señor. Bueno y recto es el Señor; por tanto, El muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino.

    Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto y sus testimonios. Oh Señor, por amor de tu nombre, perdona mi iniquidad, porque es grande. ¿Quién es el hombre que teme al Señor? Él le instruirá en el camino que debe escoger. En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra. Los secretos del Señor son para los que le temen, y Él les dará a conocer su pacto. De continuo están mis ojos hacia el Señor, porque El sacará mis pies de la red. Vuélvete a mí y tenme piedad, porque estoy solitario y afligido. Las angustias de mi corazón han aumentado; sácame de mis congojas. Mira mi aflicción y mis trabajos, y perdona todos mis pecados. Mira mis enemigos, que son muchos, y con odio violento me detestan. Guarda mi alma y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti me refugio. La integridad y la rectitud me preserven, porque en ti espero. Oh Dios, redime a Israel de todas sus angustias" (Salmo 25).

    ¡Debes recordar que tu restauración es un proceso en el que tendrás que apropiarte de la Palabra de Dios. Tendrás que tener paciencia y enfrentar luchas que deberás vencer paulatinamente. Pero nunca estarás solo porque el Señor estará contigo!

    " Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita, y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto"(Juan 15:1,2).

    EN EL DESARROLLO DE ESTE TEMA PODRAS ENTENDER QUE TU RESTAURACION REQUIERE DE TIEMPO, PORQUE DEBES CONOCER Y CAMBIAR TUS PENSAMIENTOS Y HABITOS DESTRUCTIVOS. ESTO REQUIERE ESFUERZO Y APROPIACION DE LAS VERDADES BIBLICAS PARA APLICARLAS EN TU VIDA.

    MEDITACION: EL ARBOL MARCHITO

    Había un árbol en tierra seca con la mayoría de sus ramas y hojas marchitas. Llegó la lluvia y rodeos sus raíces más el árbol no crecía . Pasó un hombre rico y se dijo: ¡Que árbol tan débil e insignificante, sería mejor cortarlo!.. .Quemaría para mi fogata, sus ramas secas. Porque no da ni sombra ni fruto, este árbol es débil , nada puede aportarme.

    Luego pasó un jardinero y al ver aquel árbol cortó sus ramas secas. Una a una , con

    Cuidado, despacio y con amor.

    El árbol se resintió; quedó en silencio, encorvado por unos días y fue entonces que empezó a brotar lluvia desde sus hojas. Parecía que llorara en su silencio. Pronto sus lágrimas humedecieron la tierra que rodeaba sus raíces. No era el agua de la lluvia. Era el agua de sus propias lágrimas.

    Y lo que era llanto sé convirtió en alimento y el árbol empezó a extender sus raíces y sus ramas retoñaron con vigor. Hasta que el árbol creció y se hizo fuerte y bajos sus ramas muchos buscaron su sombra. Y un día pasó el hombre rico. Y cansado y sediento buscó su sombra y el agua que caía de sus ramas ahora fuertes y descubrió que aquel árbol era el que una vez quiso destruir para su provecho.

    Pronto la gente que se le acercaba supo que el árbol crecía por el agua que bebía. Más era un agua que nacía de lo profundo de su ser interior.

    "Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes, en año de sequía no se angustiará, ni cesará de dar fruto" (Jeremías 17:7,8).

    TU ERES MI HIJO, PIDEME : PASTOR CASH LUNA

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    Tú eres mí hijo, pídeme

    Pedir es un mandato divino. Dios es tu padre y quiere que le pidas para poder darte todo lo que tu corazón anhela.

    Juan 14: 13-15 dice: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos.



    Jesús nos enseña a pedir todo. Antes de hablar de la obediencia a los mandamientos, habla de pedir. Cumple sus mandatos y pide para recibir sus promesas. El gozo del Señor está en que recibas. Recuerda que eres tú quien necesita de Él. Acercarte a su presencia sin pedirle es como decir que no le necesitas. Cuídate de no cometer ese acto de arrogancia.



    Pide todo lo que quieras

    Juan 15:7-8 también nos habla: Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.



    El Señor es glorificado cuando pides y recibes. Él quiere darte para que muestres a todos lo maravilloso de su providencia. Recuerda que por el pecado perdimos todo y fuimos destituidos de la gloria de Dios. Al aceptar a Cristo como Señor y Salvador nacemos de nuevo y recuperamos la vida eterna, pero no el esplendor y preeminencia. La herencia de gloria la recuperamos hasta que la pedimos de vuelta.



    Contrario a lo que hemos aprendido, pedir no es de carnales o inmaduros. Pedir es de cristianos confiados en la generosidad de su Padre.



    La vida es un constante pedir. Siempre esperamos algo como consecuencia de nuestras acciones. El trabajador pide recursos y aumento de sueldo por su esfuerzo. El patrono pide resultados por lo que paga. Siembras para cosechar. No me dirán los esposos que aman a su mujer sin esperar recibir nada de ella. En tu matrimonio amas y eres fiel porque esperas lo mismo de tu pareja. Los hijos deben amar y honrar a sus padres con obediencia y con presentes. Yo le digo a mis hijos que acepto sus regalos y también su buen comportamiento. Nunca te niegas a lo que te dan porque lo esperas como resultado de lo que das. Cuando me acerqué al Señor lo hice con el interés de que perdonara mis pecados y me diera la vida eterna. Prefiero ser un “interesado” en el cielo que un condenado al infierno incapaz de pedir por mi salvación.



    Mencionar esto no es malo, por el contrario, es aceptar con humildad nuestra necesidad humana de recibir en la medida que damos. Debes ser honesto y humilde. Reconoce que necesitas de tu Padre y pídele con confianza porque Él quiere devolverte todo lo que has perdido por el pecado.



    Es importante tener presente que los deseos del corazón deben estar libres de mezquindad porque no podemos pedir para pecar. No es problema que pidas porque tienes interés en algo, el problema es que tengas intereses ocultos. No te equivoques, mientras tengas esas nubes oscuras y falsas sobre ti no podrás pedir con corazón humilde y no recibirás la bendición que Dios quiere darte.



    Mi embrión vieron tus ojos

    En Salmo 139: 16-18 lemos: Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas. Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo.

    Este pasaje de la Biblia es hermoso y está lleno de promesas. Primero nos habla de lo valiosos que somos para Dios que nos ve y bendice desde el vientre materno, cuando aún somos embriones. Así que definitivamente el aborto es un pecado porque la vida que Dios ha bendecido no se rechaza, sin importar cómo fue concebida. Si fuiste engendrado antes o fuera del matrimonio, si conoces o no a tu padre, eso no resta ninguna bendición de Dios, porque sus ojos se dignaron ver tu embrión. La Biblia dice si tu padre o tu madre te abandonaron, con todo el Señor te recogerá (Salmo 27:10). Las madres deben proclamar bendición para los frutos de su vientre. El mismo rey David fue menospreciado por su familia pero el Señor tenía grandes planes para él.

    Confía en tu Padre, porque Él tiene grandes pensamientos y propósitos para ti.



    Además, este salmo nos confirma que los buenos pensamientos de Dios se multiplican si los proclamamos. La forma de recibir revelación de lo valioso que soy para el Señor es confesarlo. Todos los días al levantarte confirma con tu boca que eres bendito de Dios, templo del Espíritu Santo y triunfador. El Señor no puede darnos todos los pensamientos que tiene de nosotros porque no podríamos retenerlos. Somos más bendecidos de lo que pensamos hoy. La única forma de recibir lo que nos pertenece es proclamarlo y pedirlo.

    Hijos y herederos

    Salmos 2: 7-8 dice: Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.

    Este es un salmo mesiánico que habla de Jesús, pero también se aplica a todos nosotros que somos hijos de Dios. Nunca lo olvides, Él te bendijo desde que eras un embrión y eres Su hijo. Este es un asunto entre padres e hijos, no es un asunto religioso.



    Luego que la Palabra deja claro esto, nos da la orden de pedir. No es una opción, es un mandato. Desde el día que fuimos engendrados el Señor nos manda que le pidamos.

    La palabra naciones significa razas. El original hebreo dice “gentiles”. Es importante comprender que de hecho recibimos la salvación porque el Hijo obedeció al Padre y le pidió las naciones que le estaba ofreciendo. El plan original era salvar a los Hebreos pero Dios le ofreció a los gentiles y Jesús aceptó el ofrecimiento y pidió al Padre quien se los entregó.



    Piensa que si nuestro Señor Jesucristo hubiera asumido una postura espiritual y se niega a pedirle las naciones al Padre, no seríamos salvos por Su sangre.

    Bendito sea nuestro Señor que con humildad supo pedir y pudo salvarnos. Entonces cuando Satanás lo tentó en el desierto y le ofreció la gloria de las naciones, Él pudo negarse porque le estaba ofreciendo algo que ya le había pedido al Padre. Debemos imitar a Jesús y pedir para recibir.

    Entre padres e hijos

    En Romanos 8: 15-17 leemos Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

    Somos hijos adoptivos de Dios. Abba Padre quiere decir “papito”. El Señor quiere que lo reconozcamos y le pidamos nuestra herencia de gloria. La Palabra es clara, somos coherederos del Reino y debemos recuperar lo que perdimos.



    Cuando nacemos lo primero que hacemos es pedir. Aún sin poder hablar y antes de decir mamá o papá el bebé pide con llantos o “gemidos indecibles” por todas sus necesidades. Las madres llegan a desarrollar el don de interpretación de lenguas y son capaces de entender si el llanto es por comida, dolor o necesidad de descanso. De igual forma, el Padre espera que todo nacido de nuevo le pida y nunca deje de hacerlo como hijo suyo.



    Al día de hoy hemos perdido mucho tiempo. Es necesario recuperarlo pidiéndole cuanto necesitamos a nuestro Padre Celestial. Confía más en Dios que en los hombres. Él te ordena que le pidas. Deja la religiosidad atrás y sé libre para pedir por lo bueno y santo.



    Olvida ese orgullo carnal que se disfraza de espiritualidad y pide. Todo lo que Dios diseñó para el ser humano, puede ser tuyo y está al alcance de tu boca y de tu fe. Jesús anheló las naciones, las pidió y el Padre se las concedió. La iglesia, los gobiernos y los países serían gloriosos si pidieran con confianza en el Señor.



    Aprende a pedir hasta que obtengas. Dios tiene lo que necesitas y desea otorgártelo.

    Ofrécele tu corazón y recuérdale que eres su hijo y heredero en Cristo Jesús. Busca su perdón por el tiempo que menospreciaste su providencia. Ahora que sabes que pedir es correcto, no te canses de proclamar sus bendiciones en tu vid a y pídele todo lo que anhelas.

    miércoles, 17 de junio de 2009

    FRUTOS DEL CORAZON . SONIA LUNA

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    Un sello en tu corazón

    Tus sentimientos son tesoros que debes guardar y proteger. El Señor obra en la vida de quienes le abren su corazón.

    Lucas 24:15-21 comparte: Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

    Este pasaje nos habla de cómo el pueblo de Israel no cambió a pesar de la resurrección del Señor. Él vino a redimir corazones pero encontró resistencia. Es importante comprender que el cambio depende de nosotros. La promesa de redención es para cada uno, tómala y no la desperdicies.

    Corazón dispuesto a cambiar

    Hechos 16: 6-15 relata: Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio. Zarpando, pues, de Troas, vinimos con rumbo directo a Samotracia, y el día siguiente a Neápolis; y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

    Pablo tuvo un encuentro con Jesucristo y cambió de forma sobrenatural. A partir de ese momento fue guiado por el Espíritu Santo quien le decía dónde debía ir. Ahora nos sucede igual. Deja que el Señor oriente tu camino, nada es casualidad, aunque algunas veces no comprendas porqué tus pasos te llevan a cierto lugar o al encuentro con determinadas personas, si estás con el Señor confía en que Él guía tus pasos.

    Lidia era una mujer profesional que adoraba a Dios y en ese momento abrió su corazón. A veces no comprendo porqué es necesaria esa apertura cuando ya tenemos abiertos los ojos y el entendimiento. Pero el Espíritu Santo me aclara que el corazón cerrado por ofensas, tristezas, cóleras o enojos endurece toda nuestra voluntad y nos hace vulnerables a influencias negativas. Así como Lidia, debemos comprender la Palabra pero sólo con un corazón blando y dispuesto podremos lograrlo.

    Corazón protegido



    Proverbios 4:23 dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

    El crecimiento espiritual y material depende de lo que guardamos en el corazón. Si no crecemos más es porque algo no está bien dentro de él.

    Proverbios 23:7 complementa: Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.

    El Señor toca nuestros corazones, transforma, cambia y renueva si le permitimos hacerlo. Analiza tu interior, busca la presencia de Dios para descubrir porqué piensas y sientes que todo en tu vida es negativo. Muchas veces esto sucede porque conectas tu corazón con tu mente y dejas que te domine. Si tienes malos pensamientos tendrás malos sentimientos y llenarás tu corazón de amargura. Por el contrario si estás lleno de las promesas y amor de Dios nada te turbará y podrás compartir toda esa bendición a tu alrededor. Lo que sucede en tu corazón se refleja en actitudes y forma de actuar.

    Protege tu corazón. Llénalo solamente de cosas positivas y buenas porque es como una caja fuerte donde se guarda solamente lo más preciado y valioso. No lo llenes de la basura del resentimiento y dolor que limitarán los frutos de tu existencia. El pastor Cash dice que la vida no que mide por años sino por logros. De nada sirve tu fe sin pruebas palpables que confirmen la herencia de salvación que posees. Para realizarnos necesitamos logros que obtendremos con un corazón dispuesto y abierto al Señor. Sólo donde hay vida hay crecimiento.

    Un tesoro en tu interior



    Lucas 6:45 dice: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

    Si te expresas mal y atiendes a cosas inapropiadas pide al Señor que te de dominio propio. Dice la Biblia que los ojos nunca se sacian, así que de ti depende con qué llenas tus sentidos, mente y corazón. Una persona amorosa tiene a Dios en su interior. Sólo se puede dar lo que se tiene.

    Tu corazón es como un cofre de tesoros. Si las actitudes, palabras y pensamientos son malos es porque has guardado basura en tu él. Recuerda que los deshechos huelen mal y corrompen todo lo que tienen alrededor. Aunque sea difícil porque tienes años guardándola, debes eliminar toda esa basura de tu interior. Mentir, robar o tener malas costumbres tal vez es más cómodo pero hace daño y no vale la pena darles cabida en ese lugar tan preciado. Todo lo que no construye debe salir fuera. La basura tiene su lugar y no es dentro de ti.

    En Filipenses 4:8 leemos: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

    Cuando logres eliminar lo que corrompe, podrás encontrar y utilizar la herencia espiritual que estaba debajo de lo malo. De la misma forma como tu herencia genética te ha dado rasgos físicos, tu herencia sobrenatural fundamenta las maravillas de tu Padre Celestial. Búscala en tu interior y cultívala rodeándote de las personas adecuadas que puedan ayudarte a fructificarla, como tus líderes y pastores. Personalmente he recibido la herencia de la consolación, el perdón y salvación, además de la sanidad y bendición de tener un compañero amoroso y fuerte con quien he construido un sólido matrimonio en el Señor. Todo me fue revelado durante la última noche de un retiro de seis días donde Dios abrió las puertas de mi corazón y supe que me amaba. Estoy segura que todos tenemos testimonios de la obra del Padre. Él nos ha demostrado de muchas formas cuánto anhela habitar en nuestro corazón. No le niegues la entrada.

    Exalta Su nombre tomando tu herencia espiritual. Usa lo que Dios te ha dado para ver los milagros en tu vida. Atesora solamente aquello que vale la pena.

    Frutos del corazón



    Romanos 14:17 nos comparte: porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

    Para lograr justicia, paz y gozo, frutos de un corazón sano y limpio debes ser constante en tu aproximación al Señor y su ministerio. No te resistas a su amor. Pídele que saque a luz lo bueno que tienes dentro. Elimina de raíz todo lo que pueda podrir tus sentimientos. El Espíritu Santo te ayudará a hacerlo si le pides restauración. Acércate al Señor que te limpiará de toda impureza y te convertirá en una persona capaz de agradecer y adorarle. Pídele dominio propio y pensamientos renovados para poder ser luz en las tinieblas. Él obrará en tu vida si dejas que reine en tu corazón.